Qué es una válvula de bola y para qué sirve
La válvula de bola es una que se emplea en todo tipo de industrias, como la alimentaria, las que tienen que ver con la salud o la química. Lleva ya varias décadas en funcionamiento, y es que en los entornos donde la vemos trabajando se aprecia la sencillez y la robustez de estas válvulas de bola.
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Qué es una válvula de bola
Cuando hablamos de una válvula de bola, nos referimos a un dispositivo mecánico que vemos en muchas industrias, y se emplea para controlar el flujo de fluidos y de gases. Una de las ventajas de esta válvula es su diseño simple y eficaz. Ahora podemos ver varias variantes como la válvula de bola neumatica sanitaria bardiani, pero su funcionamiento sigue siendo similar, al igual que su resistencia al paso del tiempo.
Para qué se utiliza en la industria
Dentro de la industria, las válvulas de bola tienen varias aplicaciones gracias a lo versátiles que son. Entre sus principales usos, podemos destacar los siguientes:
Controlan los flujos de los procesos industriales
Gracias a las válvulas de bola se puede controlar el flujo de líquidos y gases en la fabricación de alimentos, bebidas o productos químicos. Regulan la cantidad de fluido con una gran precisión, algo que consiguen gracias a lo rápido que se pueden abrir y cerrar.
Tienen presencia en la industria química y petrolera
Este tipo de sectores se caracterizan por ser bastante hostiles con los materiales, por lo que siempre se buscan aquellos que son resistentes a la corrosión. Hay válvulas de bola a las que la corrosión no les afecta, así que son las mejores en estas industrias.
También las vemos en el control de sustancias químicas, ya que una válvula de bola permite el cierre hermético. De este modo, se evitan fugas y derrames de sustancias que pueden ser muy peligrosas.
La industria alimentaria y farmacéutica no podrían funcionar sin estas válvulas
Estamos ante un sector con necesidades especiales, lo que significa que la válvula de bola no solo se emplea por su precisión, sino que también tenemos modelos de acero inoxidable que resisten muy bien a la corrosión, se pueden limpiar, higienizar, etc. Además, el diseño hermético garantiza que no habrá contaminación cruzada entre los productos.
Cuáles son las ventajas de su uso
Usar una válvula de bola tiene varias ventajas sobre otro tipo de válvulas. Por eso, a pesar de los cambios que se están llevando en las plantas de producción, siguen siendo las preferidas.
Diseño simple
El diseño de esta válvula no puede ser más simple, lo que hace que duren mucho tiempo y que su mantenimiento sea sencillo.
Se cierran y se abren de manera rápida
Abrir o cerrar cualquier válvula de bola es un proceso muy rápido. Eso permite que los trabajadores detengan o inicien el flujo de forma inmediata y sin esperas.
Su sellado es hermético
Cuando una válvula de bola se cierra, no pasa nada a través de ella, ni en un sentido ni en otro. Esto es muy apreciado en la industria, en especial en aquellas en las que trabajan con fluidos que son peligrosos.
Aguantan muy bien la corrosión
Con el paso de los años, se han fabricado válvulas de bola en diversos materiales. Eso ha hecho que haya modelos resistentes a la corrosión, lo que permite soportar las peores condiciones sin fallar.
Existe una cantidad casi infinita de tamaños y tipos
Parte del éxito de las válvulas de bola tiene que ver con que hay una para cada necesidad. Es posible adquirir una pequeña y usarla en un laboratorio, pero también podemos comprar una enorme para una fábrica.
Funcionamiento de una válvula de bola
Si tenemos que definir el funcionamiento de una válvula de bola de manera resumida, podríamos hacerlo en una sola palabra: sencillez. Consta de un cuerpo, dentro del cual hay una esfera o una bola perforada, y mediante un vástago o eje la esfera se puede mover.
Cuando la bola se encuentra en la posición de abierta, el flujo se mueve a través de los agujeros de la esfera y la válvula. Al cerrarse, la bola gira y bloquea así el paso del fluido. Para abrir y cerrar la válvula se emplea un actuador. Puede ser tan simple como una palanca que se acciona de manera manual, o algo más complicado del tipo de un actuador eléctrico, hidráulico o neumático.
De este modo, la válvula se puede automatizar y formar parte de un sistema que se maneja con un ordenador sin que el operario se tenga que acercar a ella.
La válvula de bola lleva presente en diversas industrias desde hace décadas. Es simple, fiable, cierra de manera hermética, resiste a la corrosión y es posible automatizar su funcionamiento. Por eso, sigue sin tener rival pese a lo simple que es y aunque su diseño haya cambiado poco con el paso de los años.
Jose Antonio Garcia Mompeán es Ingeniero Técnico Industrial y Director de Gargil Suministros industriales desde el año 2005