Bombas para fluidos ácidos: cómo deben ser
En la mayoría de los casos, el bombeo industrial va mucho más allá del agua y es necesario impulsar elementos agresivos como ácidos, lejías o sustancias corrosivas. Y son las bombas ácidas las más indicadas para bombear este tipo de fluidos, ya que resisten perfectamente la abrasión y la corrosión que producen. Pero ¿qué particularidades deben tener? Y ¿en qué se diferencian con las convencionales de agua?
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Cómo deben ser las bombas para fluidos ácidos
El comportamiento hidráulico de un fluido ácido o agresivo es muy similar al agua, sin embargo, provoca erosiones y corrosiones que hay que tener en cuenta, ya que pueden influir negativamente en los componentes de un equipo de impulsión y variar su comportamiento fiable.
Más allá de la vida útil de las bombas para químicos corrosivos que se usen y de su capacidad para impulsar líquidos agresivos, otro aspecto muy importante a considerar es el impacto que se pueda producir por pérdidas en el entorno, de ahí que su sellado sea una de las características imprescindibles en las bombas ácidas.
A la hora de la fabricación de las bombas magnéticas para ácidos, son varios los aspectos a considerar para asegurarse de que el equipo tenga la mayor vida útil posible y pueda establecer un régimen de funcionamiento fiable y seguro. Los analizamos a continuación.
1. El diseño de las bombas ácidas
En muchas de las ocasiones, el diseño ofrecido por un fabricante es el de una bomba centrífuga de agua, pero con materiales más reforzados. Esto es una forma de ofrecer un producto a precio bajo para responder a una necesidad, pero la mayoría de las veces es una solución poco fiable.
Una bomba diseñada para agua suele constar de impulsores cerrados con tolerancias muy finas para fluidos con baja viscosidad, por lo que en caso de líquidos agresivos puede presentar problemas de funcionamiento y mantenimiento del equipo. Las bombas ácidas se diseñan con impulsores que permiten un bombeo eficiente, independientemente del grado de viscosidad o de agresividad que tenga un fluido.
2. Sistema de sellado
Mientras que una bomba convencional diseñada para agua dispone de un sello mecánico muy sencillo, las que se diseñan para líquidos corrosivos refuerzan su sellado con acoplamientos magnéticos y cierres mecánicos. Suelen estar provistas con cámaras de sellado que minimizan o eliminan la posibilidad de que el fluido entre en contacto con sus partes mecánicas. De esta manera, no hay riesgos de pérdidas del fluido.
3. Materiales
Muchas veces, el material de fabricación está supeditado al líquido a bombear, por ello lo conveniente es fabricar la bomba ácida bajo pedido. Los más empleados en estos equipos son el acero inoxidable y los termoplásticos como el polietileno, polipropileno, PVC, PFA o politetrafluoretileno. También, hay otros fabricantes que emplean el hierro fundido, el alloy 20 (aleación de níquel, hierro y cromo) o el hastelloy C (una aleación de níquel, cromo y molibdeno).
Como ejemplo de Bombas ácidas en PP y PVC tenemos las Bombas centrífugas horizontales Dragon
4. Mantenimiento bajo y sencillez
El coste de las piezas y la frecuencia de reparación, son dos aspectos que hay que valorar en equipos de impulsión. Lo ideal es que el coste de mantenimiento de la bomba represente más o menos un 10 % del coste de operación durante toda su longevidad. Este aspecto es muy relevante, porque hay fabricantes que diseñan sus productos sin tener en cuenta los altos costes de reparación o de piezas que puedan necesitar a lo largo de su vida útil, por lo que a veces, se puede adquirir un equipo por un coste bajo, sin embargo, su mantenimiento es extremadamente costoso.
5. Variables de funcionamiento e importancia del entorno
Por último, también hay que considerar el entorno donde vaya a funcionar la bomba y las diferentes variables operativas que vaya a tener. Aspectos como si el funcionamiento va a ser en seco, si debe impulsar fluidos con diferentes viscosidades o a qué altura sobre el nivel del mar van a tener lugar las operaciones, deben ser tenidos en cuenta para un diseño óptimo, funcional y seguro.
Es muy importante no cometer el error de pretender impulsar fluidos corrosivos con equipos de impulsión estándar diseñados para agua. En estos casos, las bombas ácidas deben ser la elección correcta, y no solo por mantener un régimen hidráulico correcto en líquidos con gran viscosidad, sino también por evitar una posible contaminación del entorno.
En empresas del sector quimico y petroquimico estas bombas van ubicadas en zonas con atmósferas controladas debiendo cumplir el equipo normas ATEX y API tanto por la zona en la que van a estar como la categoría del equipo.
Jose Antonio Garcia Mompeán es Ingeniero Técnico Industrial y Director de Gargil Suministros industriales desde el año 2005