En qué consiste el proceso de dosificación en la industria

Dentro de algunos sectores como el alimentario, el químico o el farmacéutico, la dosificación es uno de los procesos fundamentales, ya que la calidad del producto final depende de él. Aquí tienen mucho que decir las bombas dosificadoras, como las que tenemos en nuestro catálogo, puesto que con ellas se garantiza la precisión y la eficiencia en la fabricación.

Qué es el proceso de dosificación

Se trata de un proceso con el que se controla la cantidad de producto que se añade a una mezcla o a un sistema. Es un paso crítico, ya que con las dosificaciones se asegura la proporción correcta de cada componente. Esto evita errores en la producción, permitiendo la obtención de productos homogéneos, de buena calidad y con las características deseadas.

La dosificación se lleva a cabo con la ayuda de la bomba dosificadora; aquí puedes ver las que nosotros vendemos. Se trata de un dispositivo que se ha diseñado para suministrar la cantidad exacta de cualquier producto. De hecho, las bombas trabajan con diferentes viscosidades (alguna como la bomba dosificadora peristáltica lo hace con líquidos muy viscosos) y densidades, lo que no impide que la dosificación siempre sea exacta.

Tipos de dosificación industrial

Dependiendo de cada tipo de proceso y de los productos que se manejan, en la industria se han desarrollado diferentes clases de dosificación.

Dosificación volumétrica

Su mecanismo se basa en la medición de un volumen específico de material. Eso se hace con dispositivos calibrados y el método funciona muy bien si la densidad del producto apenas varía. Se emplean bombas dosificadoras volumétricas, ya que son muy precisas y fiables. Por eso, las vemos mucho en la industria química y en la alimentaria.

Dosificación gravimétrica

En este caso, la cantidad de producto que se dosifica se mide a través de su peso. Esta manera de dosificación es muy útil cuando las características físicas de los materiales cambian, como pasa en la fabricación de artículos farmacéuticos. Estos sistemas tienen una alta precisión, pues están calibrados de tal forma que detectan variaciones de peso ínfimas.

Dosificación por caudal

Al trabajar con líquidos y gases, la dosificación por caudal suele ser la elegida. Se lleva a cabo controlando el caudal de producto que pasa por una tubería o un conducto.

Es muy común en la industria química, en la cual suelen emplear bombas dosificadoras peristálticas al permitir estas un control muy preciso del caudal, con independencia de la viscosidad del líquido.

Beneficios del proceso de dosificación

Mediante la implantación de un sistema de dosificación adecuado, las empresas obtienen múltiples beneficios.

Precisión y consistencia

Si las dosificaciones son las correctas, se garantiza que cada lote o producto se fabrique con la misma fórmula, lo que se traduce en una calidad consistente y que siempre es la misma.

Esto es fundamental en cualquier industria, pero en especial en la farmacéutica, puesto que las proporciones precisas son la clave para la eficacia del producto final.

Reducción de errores y desperdicios

Gracias a los sistemas que hacen la dosificación de manera automática, se minimizan los errores humanos en la medición y en la mezcla de componentes. De ese modo, se reduce el desperdicio de materiales, lo cual se traduce en un ahorro de costes.

Mejora de la eficiencia operativa

Cuando la dosificación se hace de manera automática, la velocidad de producción es mayor. Se reduce la intervención manual y eso mejora la eficiencia operativa. Así, las empresas pueden responder de una manera más rápida ante las demandas del mercado.

Cómo llevar a cabo una correcta dosificación de productos en procesos industriales

Hay varios factores que influyen a la hora de que la dosificación de los productos sea la mejor y la más eficiente.

Selección del equipo adecuado

El factor que más influye en la dosificación es la elección de la bomba. En nuestro catálogo tenemos bombas dosificadoras de membrana y bombas dosificadoras de pistón, que se adecuan a las diferentes viscosidades del producto, la presión de trabajo, sectores, etc.

Calibración precisa

Una buena bomba no sirve si no está bien calibrada. De ese modo, hay que calibrar los sistemas de dosificación de manera periódica. Así, nos aseguramos de que están suministrando la cantidad adecuada de producto.

Si esto no se hace, la calidad del artículo final se va a ver afectada, lo que generará costos adicionales y el desperdicio de una enorme cantidad de materiales.

Mantenimiento regular del equipo

Tanto los equipos que se utilizan en el proceso de dosificación como las bombas se deben mantener. Hay que revisar y limpiar las bombas, las válvulas y los conductos. De esa manera, se garantiza el buen funcionamiento de los equipos y se prolonga su vida útil.

Gracias al proceso de dosificación se obtiene el producto final en sectores como el químico, el de los medicamentos o el alimentario. Con la participación de las bombas dosificadoras se hacen las mezclas con las cantidades correctas, garantizando así que el producto es homogéneo, con la misma apariencia, sabor, textura, etc.