Qué son los lubricantes alimentarios y cómo se clasifican
La industria alimentaria es muy especial, ya que no puede usar ningún elemento nocivo para el consumo humano, y de ahí que tenga que emplear lubricantes alimentarios en sus máquinas.
Tanto las bombas de vacío como las cadenas y las transportadoras se tienen que lubricar, pero no se puede hacer con el primer aceite que se encuentre por ahí, sino con uno específico para alimentación.
Tabla de contenidos
Qué es un lubricante alimentario
Son sustancias que se emplean en la industria alimentaria con el fin de que sus equipos no se desgasten de manera prematura. Las bombas, las cintas transportadoras, las cadenas, etc., tienen elementos metálicos que no conviene que rocen entre sí y que, por lo tanto, hay que lubricar.
Esto es lo normal en cualquier planta de producción, pero cuando lo que se fabrica o se procesa son alimentos los lubricantes no pueden ser peligrosos para los humanos, de manera que tienen que estar diseñados para su uso en este tipo de industria.
Los lubricantes alimentarios industriales nunca forman parte de la lista de ingredientes de una preparación, pero sí se han diseñado para que no perjudiquen la salud de los consumidores si en un momento dado entran en contacto con los alimentos.
Cómo se evalúan y su clasificación
Hay varios grados en este tipo de lubricantes, que se clasifican en función de las zonas en las que se vayan a usar, pues no es igual aquel que nunca va a entrar en contacto con un alimento que el que se usa en presencia de estos.
Lubricantes Grado H1
Se fabrican con componentes que son seguros para el consumo de las personas en pequeñas cantidades, puesto que la idea es que no tengan apenas contacto con los alimentos.
De hecho, en esta clasificación, se dice que hay que utilizarlos cuando haya una posibilidad de que se mezclen de manera accidental, y pueden estar compuestos por aceite mineral de uso alimentario o por bases sintéticas como las polialfaolefinas.
Lubricantes Grado H2
Aquí ya hablamos de equipos en los que no hay posibilidad, ni siquiera remota, de que el lubricante o la superficie en donde se pone entre en contacto con los alimentos.
Por eso, no están bien definidos sus componentes, aunque sí que está prohibido que tengan algunos como los metales pesados, las sustancias cancerígenas, los mutágenos o los ácidos minerales.
Lubricantes Grado H3
Su misión es evitar que las superficies metálicas de los equipos que se emplean en las plantas de producción se oxiden o se corroan, y se pueden emplear en contacto directo con los alimentos.
Se conocen también con el nombre de aceites solubles o comestibles, y los podemos ver en zonas como los desmoldantes de los alimentos.
Cuándo se usan los lubricantes alimentarios
Este tipo de lubricantes se emplean en varias partes de las plantas y de los procesos productivos, siempre recordando que, dependiendo del lugar, habrá que decantarse por uno u otro grado, algo que está bien acotado por las autoridades.
Protegen de la corrosión y la oxidación
Las superficies metálicas pueden sufrir oxidación y corrosión, más con determinados tipos de ingredientes, como los ácidos, que están presentes en algo tan común como el limón o el tomate.
Así, gracias a los lubricantes alimentarios es posible evitar esto, que, además de estropear las máquinas, puede perjudicar la calidad de los alimentos, al terminar estas partículas dentro de ellos.
Reducen la fricción y el desgaste
Como cualquier tipo de máquina, las que se utilizan en la industria de la alimentación sufren desgaste, y este puede ser mayor si se produce fricción, en especial si se da entre piezas metálicas.
Con el fin de que esto no ocurra, y todas las piezas móviles de una máquina funcionen de una forma suave, se pone este tipo de lubricante, que puede ser de grado H2.
Facilitan el desmoldado de los alimentos
Muchos alimentos se producen en moldes, de los cuales hay que sacarlos en un tiempo récord, puesto que las máquinas que se emplean en estas fábricas trabajan a una velocidad vertiginosa.
Para que el desmoldado sea rápido y preciso, se opta por los lubricantes de grado H3, los que pueden estar en contacto directo con los alimentos.
Protegen las piezas móviles
Las selladoras, las llenadoras, las mezcladoras o las empaquetadoras poseen una enorme cantidad de piezas móviles, las cuales deben estar bien lubricadas con el fin de que funcionen de manera correcta y no se calienten en exceso.
Aquí también se emplean estos lubricantes, que consiguen que el proceso no pare y que estas máquinas no tengan que detenerse.
Sin los lubricantes alimentarios sería muy complicado que la industria alimentaria funcionase. Gracias a ellos, las máquinas se pueden mantener sin que nuestra salud se vea perjudicada en ningún momento, puesto que se formulan con unos ingredientes muy concretos dependiendo de su grado y de la zona en la que se empleen.
En Gargil tenemos una amplia gama de lubricantes de grado alimentario. Si necesitas asesoramiento sobre la mejor lubricación para máquinas del sector de la alimentación, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y nuestro equipo te ofrecerá la mejor solución para tu negocio.
Jose Antonio Garcia Mompeán es Ingeniero Técnico Industrial y Director de Gargil Suministros industriales desde el año 2005